No sé de dónde salió, llegó ayer a mí en forma de hoja, como regalo adelantado de cumpleaños.
"No es posible que el hombre tenga
En su vida tiempo para todo
Y que tenga un lugar para
Cada objeto. El Eclesiastés se equivocó en eso.
El hombre debe amar y odiar al unísono
Con los mismos ojos llorar y reir
Con las mismas manos lanzar piedras
Y también recogerlas,
Hacer el amor en la guerra
Y guerra en el amor.
Odiar y perdonar, recordar y olvidar
Arreglar y desordenar, comer y asimilar
Lo que la difusa historia
Hace a lo largo de los años.
El hombre no tiene tiempo en su vida,
Cuando pierde algo lo busca,
Cuando lo encuentra se olvida,
Cuando se olvida se enamora
Y cuando se enamora empieza a olvidar.
Su alma tiene experiencia,
Es muy profesional,
Pero su cuerpo es siempre de un aficionado.
Busca y se equivoca,
No aprende y se embrolla
Borracho, ciego en sus placeres y sufrimiento.
El higo morirá en el otoño
Encorvado, y lleno de sí mismo y dulce,
Las hojas se secan en el suelo
Y las ramas desnudas indican
Hacia el lugar que hay tiempo
Para todo."
No hay comentarios:
Publicar un comentario